Nuestros inicios
A veces en la vida esperamos que pase algo para dar un paso adelante y construir aquello que siempre hemos querido crear. Nos quedamos esperando aquella oportunidad que nunca llega hasta que uno mismo la crea. Nuestro caso no fue distinto. Cada uno de nosotros estaba enfocado en sus asuntos, desarrollando sus proyectos. Hasta que llegó el coronavirus y con el virus una pandemia que iba a paralizar el mundo, provocando un confinamiento que daría tiempo a que muchas personas se replantearan los diferentes aspectos de su vida. Dicen que en las grandes crisis nacen las grandes oportunidades, y así fue. Apareció una oportunidad y no estábamos dispuestos a dejarla escapar.
Las casualidades llevan a la creación
Alejandro y yo nos encontrábamos en Malanquilla, un pueblo entre Calatayud y Soria, pasando el confinamiento. Tuvimos una idea y la queríamos materializar a través de una aplicación móvil. Llamamos a Daniel, amigo nuestro de anteriores proyectos y gran profesional en el tan interesante mundo del desarrollo de aplicaciones móviles, le pedimos que colaborara con nosotros para hacer posible la creación de este nuevo proyecto. Daniel aceptó y así fue como se creó el equipo. Después, simplemente empezamos a trabajar.
Sin duda, todo acababa de empezar. Los siguientes meses nos dimos cuenta cómo diferentes empresas veían en las aplicaciones móviles una oportunidad para digitalizar su negocio y llegar a clientes que nunca antes habían llegado. Value Mind Applications & Devices nació con ese objetivo, guiar a las empresas en la digitalización de su negocio. Ayudar a las sociedades a crear el futuro.
Los inicios no fueron fáciles
Los inicios no fueron fáciles. Sinceramente fueron mejorables. Aunque al fin y al cabo ni Steve Jobs nació con experiencia al frente de una empresa. Un cliente nos canceló una reunión con un equipo de 15 programadores apalabrados, un día antes de la firma del proyecto. Otro desapareció cuando parecía que habíamos llegado a un acuerdo, debido a conflictos geopolíticos en su país.
Tuvimos cerca grandes proyectos pero siempre ocurría algún evento que nos impedía materializar el trabajo. Pasamos momentos de frustración, de desesperación. No obstante, las ganas de mejorar y arrancar el buque nos hizo mejorar, pulir detalles, ganar experiencia y de una vez por todas dar el salto que tanto necesitábamos. La rueda empezó a rodar, la inercia era positiva y nuestro increíble equipo hizo que la velocidad siguiera en tendencia creciente.
¿Cómo contribuir a las personas en este mundo tan cambiante?
Gracias a una amplia red de contactos y diferentes colaboraciones dentro del mundo tecnológico, podríamos dedicarnos a muchos ámbitos diferentes. No obstante, hemos decidido centrarnos en el desarrollo de aplicaciones móviles.
Para poder acompañar al cliente en el lanzamiento de sus nuevas ideas de un modo totalmente digitalizado. Porque marcar la diferencia es nuestra prioridad, respetando siempre nuestra visión:
“Generar avances tecnológicos y experiencias disruptivas e innovadoras que nuestros clientes jamás podrán olvidar”
El objetivo de este artículo, es sencillamente explicaros nuestros primeros días. Cómo bien habéis podido confirmar, estos no fueron sencillos. Suelo pensar que las mejores experiencias en la vida aparecen una vez te dispones a superar tus miedos e inseguridades y luchar por tus sueños. Cuando lo hagas, muy probablemente el camino esté lleno de aprendizajes, pero si consigues luchar con una actitud positiva, así como creer en el proceso, la distancia será solo parte del camino.